Los estudiantes tuvieron clases de hindi e inglés hasta la hora del almuerzo, pero después hubo un espectáculo. Vinieron Lidia y Paloma para hacer un show a los niños que disfrutaron una barbaridad. Paloma se disfrazó de payaso y les contó una historia, jugaron con globos y consiguió lo que un payaso siempre desea: hacer reir a todos. Lidia por su parte tocó la viola canciones muy animadas del Libro de la Selva o la Bella y la Bestia. Como es un instrumento que los niños no habían visto en su vida, les encantó, bailaban al ritmo de la música, daban palmas...daba gusto verles!!
Después de las clases celebramos mi cumpleaños los voluntarios, Anil y Reena junto con las madres que acuden al curso de bisutería. Fue un momento muy especial cuando vi que habían venido todas, que se acordaban de que era mi cumpleaños y que encima me habían traido un regalo cada una! ese fue un detalle más que generoso, porque muchas de estas familias no tienen ingresos suficientes ni para llevar a sus hijos al cole!! Cada día aprendo más de toda esta gente...
Nos enseñaron como se celebra un cumpleaños en la India: primero se soplan las velas de la tarta, luego te cantan el cumpleaños feliz mientras el cumpleañero corta un trocito (como en las bodas) y luego otra persona se lo da de comer. Según nos contaron la tradición es que te 'estampen' la tarta en la cara, pero a mi sólo me mancharon la nariz, por suerte, jeje.
Tengo que agradecer a Arancha, a Anil y Reena, las madres y los voluntarios que vinieron, que me hicieron sentir como en casa, me dieron todo su cariño...como una familia. Me da mucha alegría ver que estamos totalemente integrados en la aldea, las familias ya nos ven como uno más, nos respetan, nos quieren y nos cuidan como si fuesemos sus propios hijos.
En definitiva, quería dar las gracias a todos por este día tan especial y por supuesto, dar las gracias a mis padres y hermano, que a su manera han estado conmigo en este día tan estupendo!!
Marta
